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¡Sí! Ya el título en sí es un logro, puesto que últimamente no es nada fácil ir al cine y gracias a Disney Plus no he tenido que esperar meses.

Llevaba desde antes de los Óscars queréndola ver, imaginaos después jeje.

Pueeeees, a ver, me ha parecido preciosa en la acepción más estetica del adjetivo «preciosa». Ya sabéis lo mucho que miro la parte técnica y estética de las películas y esta es una obra de arte de puesta en escena y fotografía.

Durante todo el tiempo no podía hacer otra cosa que repetir «¡si es que es un cuadro!». ¿Os extraña que haya ganado el Óscar a mejor diseño de producción?

A ver por donde empiezo: si es que la misma Mary Shelley escribió en la introducción de su Frankenstein en 1831: «Ordeno a mi horrible progenie que avance y prospere», pues me gusta pensar que no solo se refería a su personaje, sino que a todas estas criaturas que hoy llamaríamos «cuerpos no conformes», fruto de mezclas, de experimentos, de ideas locas. ¿El Óscar a Emma Stone? Merecidísimo, y eso que a mi ella no me suele gustar. Divina.

¿Quién es Bella Baxter? Hija de Godwin Baxter (God, como no) es una heroína moderna que se embarca en búsqueda del descubrimiento del mundo, un mundo que para estos cuerpos fantásticos parecía prohibido y que no, no lo es para nada, porque la acepción neutra de la palabra latina «monstrum» es «prodigio». Su descubrimiento del mundo es tipo cuento: linear y circular, sencillo per no trivial. Al igual que los temas afrontados, básicos pero puestos en diálogos con delicadeza, sinceridad y sencillez.

Si es que se trata de una criatura que quiere bailar a su manera, autonomamente aunque con otras personas. Y mucho tarda en deshacerse de quienes la quieren enjaular en un esquema ya escrito y aprobado por no se sabe quién.

¿Y qué decir del final? No voy a hacer spoiler pero es la resolución perfecta de toda la historia, sin más. Una joya.