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Lo primero: no sé si incluir este post en la categoría de Viajes o de Ideas Locas.

¿Cómo viajar a la playa con dos bebés?

Os cuento: mi segunda hija nació este pasado mes de julio y la idea de quedarnos en Madrid todo el verano al principio parecía la única opción posible, pero al cabo de unos días de ser padres otra vez, por el calor y sobre todo para que la «mayor» (año y medio) tuviera algo de verano, decidimos improvisar: alquilar un coche (más bien, una furgoneta), reservar una casa en AirBnB que tuviera algo de comodidades (una cuna, por ejemplo, y la playa cerca), preparar todo lo necesario y lanzarnos a la aventura.

Puesto que la perra va al maletero – sí, también tenemos un rottweiler – como dije el coche tuvo que ser bien cómodo. Viajar con dos bebés implica dos carritos, lo cual no es exactamente lo más pequeño que puedas llevarte de viaje.

Y así fue pues que tras 6 horas para recorrer unos 400 kilómetros en coche (con vómitos incluidos), empiezan nuestras «vacaciones», en un pueblo de Murcia.

La verdad es que la casa no estaba nada mal porque a la playa se llegaba en 5 minutos andando. Claro, con dos carros de bebé a lo mejor, 10. Lo único malo de la casa eran las escaleras, que al principio dijimos bueno, dejamos los carros abajo, pero hubo dos imprevistos: la cama «baja» para la mayor no fue lo que esperábamos, pues no está acostumbrada a dormir en cama y era un poco peligroso así que la pusimos a dormir en la cuna y a la peque, en el capazo (subirlo y bajarlo dos veces al día). Pero esto no fue lo peor, porque la mayor no se adaptó a la cuna (a lo mejor deberíamos haber probado la cama) y se durmió los seis días que hemos estado (siesta y noche) en su carro (otra vez, subirlo y bajarlo dos veces al día). Menos mal que mi chico va al gimnasio.

¿Qué es lo que no puede faltar en las maletas?

  • Leche de fórmula. Intenté dar pecho en la playa y es demasiado para mi: la niña estaba constantemente mojada y llena de arena, lo cual no es indicado en un recién nacido, y encontrar la postura bajo la sombrilla se me hizo un mundo, sin silla claro.
  • Saca leche, por la misma razón de arriba.
  • Botiquín con medicinas básicas. También es verdad que teníamos a lado una farmacia y menos mal, porque se nos olvidó el aftersun.
  • Potitos para el viaje y las primeras horas, por si no hay tiempo de ir a comprar.
  • Pañales, que en el súper (también teníamos uno a lado) no siempre se encuentra la marca y talla deseada.
  • Una bañerita para la mayor, para que jugara un poco en el patio de casa, ya que con una niña de un mes, no se puede estar en la playa tanto tiempo como le gustaría.
  • Esponjas con jabón de un solo uso: así fue como lavamos a la pequeña.

¿Y lo que no puede faltar para ir a la playa?

  • Dos buenos brazos para arrastrar los carros en la arena.
  • Sombrilla y cremas.
  • Juguetes para entretener a la mayor.
  • Toallas para tapar el carro de la pequeña de rayos solares, porqué claro, sabes que como adulto no te vas a tumbar en tu toalla ni dos minutos (el primer día me llevé mi libro. Ja, ja).
  • Una silla, a lo mejor (ver arriba).
  • Un chiringuito al lado donde, una vez cansadas, comidas y dormidas, puedes tomarte unas cuantas cervezas y tener una conversación de adultos con tu pareja.

Resultado: he estado una semana con un ojo temblando, dejó de temblarme al volver a casa, pero ¿ha merecido la pena? Sin duda.

Por todo el resto, están los suplementos para mejorar la energía, claro.