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Rock the Kasbah, la película que despertó en mi las ganas de volver a escribir. Tal y como el año pasado, de noviembre a marzo 0 entradas, en serio es que voy en hibernación o ¿qué me pasa?

Y eso que vi muchas de las películas candidatas a los Oscars, que Tarantino me ha vuelto a robar el corazón y que me decepcionó bastante Iñárritu y que me callé muchas cosas.

El caso es que he vuelto.

Ayer vi «Rock the Kasbah» y no me ha quedado claro si en Afganistán hay o no, casbah (creo que no). Vale, yo también me esperaba más de Bruce Willis, y es verdad que a primera vista el reparto de esta peli te pone los dientes largos, pero que voy a deciros, me gustó. No voy a entrar en temas de conflictos y de si es el escenario perfecto para un musical-comedia americano, yo creo que es atrevida y siempre lo atrevido hay que respetarlo, y además creo que consigue los objetivos, al menos en muchos momentos.

De rock tiene poco, la verdad. Me ha gustado la banda sonora pero conozco a gente que se indignaría viéndola, sacando su titular de la mítica canción de los Clash. Poco tiene que ver.

Lo que sí hacen guiño al mundo del rock son las citaciones… desde «It’s only a rock’n’roll, baby» que Richie usa para animar a Ronnie en el avión, hasta el grito «Welcome to the Jungle» de los compañeros de la noche de Richie, que le llevan en descapotable entre bombas y disparos.

Nadie más aparte de Bill Murray podría haberla interpretado, ya no «lost in translation» sino que «lost in Kabul»: su cara de «qué está pasando» ha inspirado toda la película creo, hasta el momento en el que decide que no hay unión más sagrada que la de «agente-protegido» y decide actuar de verdad, sin esconderse detrás de mentiras (¿habrá o no descubierto al talento de Madonna?) ni escaparse de nada. Y es así cuando se desarrolla la mejor parte de la peli, con los riesgos y las recompensas. Que es una peli, obviamente es raro que llegue a cantar en la tele una mujer en Afganistán. Pero que a los que nos gusta el cine, también nos gusta soñar.